Las tecnologías inmersivas se componen por la Realidad Virtual, la Realidad Extendida, la Realidad Aumentada y la Realidad Mixta, y se caracterizan por su capacidad de colocar al usuario entre el mundo real y el mundo virtual.
La realidad virtual sumerge a los usuarios en un entorno digital alternativo percibido como verdadero por medio de la inmersión sensorial, la aumentada sobrepone objetos virtuales en el entorno del mundo real, la mixta no solo se superpone, sino que también ancla los objetos virtuales al mundo real con el que interactúa y la extendida es el término que las engloba a todas y contempla las relaciones entre ellas.
Estas tecnologías comenzaron a visualizarse desde los años 60, sin embargo es hasta la llegada de los visores especializados denominados Oculus en 2012 que se demostró que estas tecnologías permiten aportar valor y generar grandes oportunidades de negocio.
Existen cuatro conceptos clave que ayudan a optimizar el uso de estas tecnologías:
Inmersión: La tecnología hace creer al cerebro del usuario que la realidad que está percibiendo es verdadera, gracias a la inmersión.
Entorno Virtual: se trata de la realidad alternativa en la que se muestra el contenido de la experiencia, las características de este mundo generado mediante escenarios 3D y programación informática, los cuales colaboran para conseguir la sensación de inmersión que aporta realismo y veracidad. También lo podemos crear a partir de fotografías 360º de espacios reales, creando un entorno que sea exacto al de la realidad.
Interactividad: es la capacidad que se le otorga al usuario para interactuar con el entorno y los objetos que le rodean. De esta forma, los usuarios son capaces de tomar objetos, lanzarlos, golpearlos, incluir la visualización de vídeos corporativos, la exposición de productos modelados en 3D, el acceso a presentaciones comerciales o catálogos en formato PDF, etc...
Retroalimentación sensorial: El usuario reciben una respuesta sensorial ante las acciones que realice dentro del entorno virtual, a través de los sentidos de la vista y el oído, para crear una experiencia atractiva. Existen proyectos que mediante el uso de tecnología háptica (crean una experiencia táctil) están revolucionando este efecto estimulando también el sentido del tacto
La Web3 es el eje transversal, es la Internet ‘inteligente’, descentralizada y que procura mayor privacidad gracias a la Inteligencia Artificial, el blockchain y las tecnologías inmersivas que nos permitirán niveles de interacción humana que hasta ahora solo imaginamos pero que ya están siendo una realidad de nuestros días.
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